viernes, 16 de diciembre de 2016

La Institución Provincial Gaditana, del esplendor a la desolación.

La IPG en su momento álgido y el aspecto actual la misma zona. La segunda foto es mía pero de la primera desconozco su autoría.





La Institución Provincial Gaditana, anteriormente conocida popularmente como la Casa-cuna por su condición de orfanato, alcanzó su esplendor  en los años 70 y 80, de la mano de la dirección de María Antonia Laureda, cubana exiliada tras la revolución castrista y que junto a un dinámico equipo de colaboradores que se fueron sucediendo con los años, adaptó la institución a los nuevos tiempos y la convirtió en el referente de la Formación Profesional en Cádiz, en una época en la que estos ciclos no gozaban de la variedad y sobre todo, demanda, que tienen hoy en día.

Hace ya más de tres lustros que la parte más importante del centro fue cedida por su propietaria, la Diputación, para albergar en ese espacio la que sería la 'Ciudad de la Justicia' de Cádiz, que unificaría la totalidad de los juzgados hoy dispersos por diversos puntos del municipio; una infraestructura que teóricamente debería estar operativa desde hace más de diez años, pero de la que nunca se llegó siquiera a colocar la primera piedra.

A fecha de hoy, el solar continúa baldío, abandonado, sin expectativa alguna de la situación vaya a cambiar y con la única edificación que queda en pie, utilizada hasta hace unos años por el INEM, presentando un aspecto lamentable y descuidado.



No hay comentarios:

Publicar un comentario