Siempre me ha tirado más la izquierda que la derecha,
aunque realmente, las dos son útiles. La verdad es que el resultado es el
mismo, o muy similar, con ambas
Hace ya 20 años, por motivos de fuerza mayor, la
derecha estuvo bastante tiempo sin poder aportar nada positivo a mi vida, así
que me volqué con la izquierda, que la tenía un poco abandonada, aun siendo mi
favorita.
Con el paso del tiempo, ha sido frecuente la
alternancia entre una y otra (supongo que irá por rachas la cosa) y según la
coyuntura, me he inclinado algunas veces hacia la derecha y otras hacia la
izquierda.
La verdad es que aunque uno no pueda evitar tener una ‘favorita’,
ambas me han resultado útiles, en función del aspecto que se tratara.
La izquierda, por ejemplo, creo yo que tiene algo más
de músculo y que puede ‘arramplar’ con más cosas que la derecha. Sin embargo,
cuando se trata de cuestiones minuciosas y que necesitan mayor precisión, la
derecha es la que siempre resuelve el problema.
Últimamente vengo notando que la izquierda -- seguramente por falta de uso -- no me resulta tan cómoda como antes. Creo
que quizás he confiado a la derecha labores que antes eran propias de la
izquierda.
Muchas veces he pensado que quizás, cuando era
pequeño, no debieron presionarme tanto para que intentara por todos los medios que
la derecha predominara en mí, a pesar de tener una natural inclinación en
sentido opuesto.
En cualquier caso, utilizar la izquierda o la derecha de manera indistinta, me resulta bastante cómodo, porque con los años he comprobado que cada una tiene sus virtudes y sus defectos.
Desde luego, es un gusto esto de ser ambidiestro.
