miércoles, 31 de diciembre de 2014

Los Reyes Magos en el Colegio Argantonio.


El Colegio Argantonio celebró el pasado viernes 19 de diciembre su tradicional 'Día de los Reyes', una celebración que se repite cada año gracias, entre otros muchos, a Paqui Steeve, que supera ya las tres décadas como organizadora principal del evento.

Tras llegar montados en un 'trenecito' y dar varias vueltas por el patio mientras repartían caramelos a 'esos locos bajitos' , recibieron en audiencia pública a todos los cursos de Infantil y de Primaria (hasta cuarto) en el salón de actos, para desplazarse finalmente al 'Patio de 5º', donde disfrutaron de una canción que los niños les cantaron, preparada expresamente para el momento.

Durante el acto, el Cartero Real se encargó de recoger las cartas que afortunadamente todavía escriben los niños en papel. Los pajes, estuvieron en todo momento ayudando a los Reyes, por lo que merecen una mención especial.

Como es evidente, obvia decir que el cortejo lo encabezaba la Estrella de Oriente, que este año ha venido acompañada de otra estrellita más pequeña, pero igualmente reluciente.

Una vez finalizada la visita, los Reyes disfrutaron de un ágape ofrecido por el AMPA del centro, encabezado por Lola Macías, que aunque no tenga poderes como los Reyes, también es capaz de estar en varios sitios a la vez.

Una mañana de diversión y emotividad en Argantonio, un año más.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Magico González, grande entre los grandes.

Una cena que jamás olvidaré.
.
Me llevaron mis hermanos por sorpresa a Isecotel y cuando tras llamar al timbre, 'El Mago' me abrió la puerta me quedé mudo. 


Y después, las hamburguesas del Saray de al lado del cine Imperial

Gabriel García Márquez, uno de mis mayores tesoros.

Uno de mis mayores tesoros.
Todavía recuerdo aquel día de 1997, sentado en la cafetería del antiguo Hotel Atlántico esperando que mi padre y Rafael Román, siempre amigo, aparecieran por la puerta en compañía de Gabriel García Márquez.


Con mis 17 primaveras, mientras lo veía acercarse, me iba poniendo más y más nervioso. Incluso me costó trabajo hablar porque los nervios y la emoción, me habían dejado la boca seca.


Cuando me dio la mano tras presentarnos, notó mi inquietud y me dijo que me tranquilizara. Después de aquello, los cuatro nos sentamos en torno a una mesa junto al piano y durante los poco más de 20 minutos que estuvimos allí, no volví a abrir la boca.
 

Sin duda, uno de mis mejores recuerdos.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Decoración navideña.

Peculiar adorno navideño en la plaza de San Severiano.

Llama la atención la base, en la que hay una placa que parece de un espacio publicitario.

El mundo al revés en la calle 24 de julio

El alumbrado público, apagado de noche, encendido de día.

Esperpéntica situación en la calle 24 de julio.



La calle 24 de julio con alumbrado encendido.

Siempre me había parecido una calle peculiar, un callejón recóndito en el que se combinan el más absoluto de los silencios con las estridentes y agudas voces de los pequeños que acuden al Colegio Argantonio, vecino también de este rinconcito.

Aquí estamos 'curaos de espanto' porque a estas alturas pocas cosas pueden resultarnos extrañas; pero durante dos días de la última semana de noviembre, pudimos comprobar los vecino que siempre puede presentarse una situación grotesca, sin aviso ni invitación alguna.


El alumbrado del callejón y la calle adyacente permanecieron apagados durante toda la noche, pero al despuntar el alba, se iluminaron  y así permanecieron hasta que empezaba a oscurecer, momento en el que volvían a apagarse. Y así durante dos días.

Rocambolesco.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Tormenta eléctrica en Cadiz


Corte de 15 segundos en el que se puede apreciar la intensidad de la tormenta que descargó sobre la ciudad de Cádiz en la madrugada del 27 de noviembre de 2014. El archivo es el original y sin modificación alguna. Lo especifico porque los truenos parecen sacados de una película de miedo.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Otros tiempos, mismas multas.

Una reclamación de pago de 63,96 pesetas del año 1964,  como tasa sobre los resíduos sólidos'. Además, tuvieron el detalle de cambiarle el nombre a mi padre, que pasó de Evaristo a Ernesto. 


viernes, 24 de octubre de 2014

jueves, 16 de octubre de 2014

Fallece Manuel Márquez Puyana.

El pasado martes 14 de octubre, falleció en Ceuta a los 48 años de edad, Manuel Márquez Puyana, hijo del mítico locutor radiofónico Enrique Márquez y técnico de Canal Sur Radio hasta que su salud comenzó a deteriorarse, hace ya algún tiempo.

En los últimos años, afincado en la ciudad de Ceuta, a la vez que su estado físico proseguía su decadencia, mantuvo su espíritu intacto y forjó estrechos lazos de amistad con familias de la zona. En especial, con su inseparable amigo Hamza Mohamed Mohamed, quien ha sido, como bien dice su hermana Inma Márquez "Su querido hermano musulmán".
Descansa en paz, Manuel.

(Foto cedida por Javier Osuna, procedente de la colección particular de Jesús Gargallo).

sábado, 11 de octubre de 2014

Nuevas grúas para el Puerto de Cádiz

Nuevas grúas para el Puerto de Cádiz. Entraron en funcionamiento en junio de 1978, día al que corresponde la foto. Fue todo un evento para la ciudad.

Por desgracia, su uso no ha sido de la intensidad que se esperaba en aquellos días.

lunes, 6 de octubre de 2014

El esplendoroso Trofeo Carranza en 1978


'El Trofeo de los Trofeos', lucía imponente ante la atenta mirada de medio mundo, que esperaba con ilusión cada año que los mejores equipos del momento se disputaran el preciado trofeo veraniego.

En la imagen, la imagen del Trofeo de 1978, cuya final conquistó el Atlético de Madrid ante el River Plate argentino, tras vencer por 1 - 0.

jueves, 2 de octubre de 2014

Nuevas instalaciones de AFANAS en Cádiz

He encontrado esta foto que ilustraba un artículo de los años 60 dedicado a las por entonces nuevas instalaciones del citado centro. Ahí la dejo por si alguien siente curiosidad.


miércoles, 1 de octubre de 2014

Bloqueo creativo

Llevo días intentando decidir el tema al que dedicar el rinconcito que Paco Márquez me reserva cada mes en su Universo Gaditano. En un principio, pensé en escribir sobre el preocupante aumento de gaditanos que consideran legítimo el uso del insulto, la amenaza o el escándalo como método para acceder a una vivienda o conseguir una licencia ‘por la vía rápida’, aunque sea en detrimento de otros en peor situación. En concreto,  se me vino a la cabeza  - por ser el más mediático -  el caso de Milagros Arzúa y sus tres hijos. Por una parte, no comparto ni puedo aceptar la manera de actuar de esta joven y sus defensores; pero por otro lado, soy consciente de que es muy sencillo criticarla por sus formas desde este cómodo sillón y con el techo que cubre a mi familia asegurado. Esta tesitura generó en mí un conflicto ético y moral, del que la única conclusión clara a la que pude llegar fue  la de que cuando legalidad y humanidad no van de la mano, es porque la primera está mal concebida y por lo tanto es necesario modificarla o sustituirla por otra u otras que garanticen la justicia y la dignidad de las personas.
Días más tarde, mientras navegaba por la red, me di de bruces con otro tema susceptible de convertirse en artículo: una descarnada crítica a José Pettenghi, a su pesimismo existencial y a la orientación ideológica de  sus columnas de opinión. En ella, el único argumento  - si es que así puede denominarse –  que utilizaba el autor  (bajo pseudónimo por supuesto) para atacar al que fuera concejal y director del Instituto Columela, era, una vez más, el de la trayectoria vital de su padre, el coronel Pettenghi. Entre otras cosas, reprochaba al profesor el hecho de haber pasado su infancia en el Gobierno Militar y haber acompañado a su padre cuando era sólo un niño. Pensé que el anónimo autor de tan burdo y despectivo escrito (casi un calco del publicado hace un par de años por José Blas Fernández), podría tratarse de una de esas personas incapaces de concebir siquiera la idea de que todos los seres humanos tenemos, por el simple hecho de serlo, el derecho natural de pensar por nosotros mismos (otra cosa es que hagamos uso de él o no). Total, que una vez más lo atacaban simplemente por ser ‘un hijo de su padre’; un hombre, por cierto, que además de militar, fue defensor y difusor de la cultura como pocos, poseedor de un vasto conocimiento que abarcaba diferentes disciplinas  - destacando las Bellas Artes  -  y un narrador excepcional. Tras pocos minutos, me di cuenta de que sería un desperdicio emplear este espacio para comentar las palabras de alguien que ataca como todos los cobardes, embozado, con la única intención de zaherir a Pepe Pettenghi y con un desconocimiento absoluto de la figura de su progenitor y de la suya propia.
En definitiva, seguía sin tema para mi artículo. Por mi mente, cada vez más inquieta por un interminable bloqueo creativo, desfilaron varias posibilidades, entre las que figuraba la de comentar la reciente apertura de ‘La taberna del Anteojo’, de la mano de Pepe Ferradans, con la que Cádiz recupera uno de los nombres míticos de nuestra hostelería. Su propietario, como pueden imaginar, es el hijo del inolvidable y querido José Ferradans Iglesias, ‘Pepiño’, que a base de  sangre, sudor y lágrimas, levantó el mejor restaurante de Cádiz, con un salón de celebraciones en el ático desde el que la  mar, bañada por el sol, realmente parecía ser de plata pura. Pero al final, tampoco terminó de convencerme la idea.
Desazonado y un tanto cabreado, decidí dar un último repaso a las posibilidades que había sopesado y observé que, en el fondo, todos recogían historias de padres e hijos; desde Mila Arzúa hasta José Ferradans, pasando por Pepe Pettenghi.
Justo en ese punto, me di cuenta de que había tenido delante todo el tiempo la respuesta a mis cuitas y quebraderos de cabeza. Recordé a mi padre, escribiendo en su despacho de casa con la ruidosa Olivetti eléctrica que mi madre le había regalado a mediados de los 70, antes incluso de venir yo al mundo. Según me relató mi progenitor en numerosas ocasiones a lo largo de los años, mi madre reunió las 150.000 pesetas  -  un capital para la época -  que le costó ‘el cacharro’ a base de echarle más imaginación todavía a la vida. Incapaz de privar a mis hermanos y a Evaristógenes  de cualquiera de sus pequeños placeres cotidianos (los sobres de ‘estampitas’ de los niños, la tapita de cantimpalo para mi padre, etc.), renunció al habitual café vespertino con sus amigas, alargó todavía un poco más la vida de sus zapatos y remendó sus vestidos, además de realizar algún que otro encargo de costura,  para reunir el dinero antes del cumpleaños de mi padre.
Años más tarde, cuando mi familia atravesaba una más que delicada situación económica, mi madre siguió apañándoselas para estirar hasta lo indecible las pocas pesetas que llegaban a casa, anteponiéndonos siempre a los demás.
Sólo con darle un par de vueltas a la cabeza, me vienen a la memoria casos similares en los que las madres demuestran una vez tras otra un coraje y una determinación extraordinarios para sacar adelante a sus hijos, resolviendo situaciones y conquistando objetivos que a priori se antojaban inalcanzables, luchando hasta la extenuación.
Es por ello que finalmente he decidido  -  aprovechando además las fechas que vivimos  - dedicar mis letras de este mes a las madres; esas figuras imprescindibles  e incansables que nos cuidan desde nuestro nacimiento hasta el final de sus días y para las que nunca dejamos de ser niños.
Ahora sí que no albergo duda alguna; no puede existir nada mejor sobre lo que escribir. Y aunque sé que todos tenemos a la mejor madre del mundo, quisiera destacar con estas letras a tres de ellas, por lo que suponen para mí.
En primer lugar, querría homenajear a mi cuñada Carmen, quien me regaló mi primer sobrino y ahijado hace ya casi dos décadas,  y que pocos años después volvió a llenarme de felicidad al traer a este mundo a Lucía, mi única y preciosa sobrina. No podría obviar a mi hermana, mi ‘tata’ de pequeño y que se desvive por sus dos  hijos… y por todos lo que la rodeamos.   
Y quería dejar para el final a mi madre, que a pesar del peso de los años y sus achaques, sigue conservando una inquebrantable fe en mí, a pesar de no haber sido precisamente un  modelo de comportamiento durante más tiempo del que hubiera sido deseable.
Es una lástima que el que les escribe no sea usuario habitual de sombrero, porque si así fuera, en este momento me lo quitaría  e inclinaría mi cabeza en señal de reconocimiento y aplauso a todas las madres del mundo.

Cádiz, ciudad sin memoria.


 Publicado el 23 de octubre de 2013 en Universo Gaditano.


Cádiz, ciudad sin memoria.




Todos los gaditanos hemos crecido escuchando a nuestros mayores decir que Cádiz es, con mucho, la ciudad más antigua de Occidente, llegando a cifrarse en 3.000 sus años de existencia. 30 siglos de historia en los que la ‘Tacita de Plata’ ha vivido todas las situaciones posibles, desde la pretérita bonanza hasta la lenta pero inexorable decadencia que viene padeciendo desde hace algo más de un siglo.
Seguramente, esta avanzada edad  guardará relación con la escasa memoria que la ciudad fundada por Hércules viene exhibiendo desde hace años; se ve que la cuna del comercio con los fenicios no es inmune a  los efectos de la demencia senil.
Prefiero pensar de esta ilusa manera, antes que dar por sentado lo que realmente parece evidente: que el gaditano, es un pueblo caprichoso y egoísta, que exprime mientras puede lo mejor de sus habitantes, para luego condenarlos al olvido y al más absoluto e injusto de los ostracismos, negándoles el justo reconocimiento que merece su labor. Son muchos los casos que puedo citar, pero hoy quiero centrarme en uno de los más injustos y clamorosos de cuantos conozco: José Manuel García Gómez, poeta y escritor, fundador del Colegio Argantonio y prohombre de las letras y la cultura gaditana durante los años más difíciles de nuestro pasado reciente.
García Gómez tomó la bandera de la diversidad cultural en Cádiz a mediados del siglo pasado, cuando corrían tiempos oscuros para toda aquella manifestación artística que no contara con el beneplácito de la corriente ‘oficialista’ de la literatura, enormemente influenciada y controlada por José María Pemán. Contra viento y marea, acompañado tan sólo de unos pocos afines, pero con el inagotable ímpetu que siempre le caracterizó y que impulsa a los que defienden la libertad, ejerció una impagable labor, quizás más callada, pero también más profunda que la de otros que actuaban a base de golpes de pecho y buscando la ‘palmadita en la espalda’. La plasmación material de estos esfuerzos llegó con la aparición, allá por los años 50, de la revista ‘Caleta. Literatura y Pensamiento’, por cuyas hojas desfilaron grandes firmas del panorama internacional y que le llevó a forjar grandes lazos con muchos de los grandes de la literatura hispanoamericana.
Además de su labor en pos de la defensa de Cultura en Cádiz, no se puede pasar por alto su relación con 'El Arco de la Rosa', cuya demolición evitó con una férrea oposición a la postura oficial.
 
Junto a su esposa Catalina Gil, baluarte y apoyo imprescindible en su obra,  y con el empeño de continuar acercando el conocimiento y la formación a todos los gaditanos, fundó en 1970 el Colegio Argantonio, primer centro privado mixto de Cádiz, convertido hoy en referente del mundo de las letras y la educación universal.
Dentro de pocos meses se cumplirán dos décadas de ausencia de José Manuel García Gómez. Dos décadas en las que tan sólo el empeño de su familia y sus más allegados han impedido que el paso del tiempo difumine con su niebla la existencia y la obra de este poeta y escritor gaditano.
Creo que sería de justicia que cuando se cumpla el vigésimo aniversario de su fallecimiento, el nomenclátor de esta ciudad sin memoria llamada Cádiz, incluyera una entrada denominada “Calle Poeta José Manuel García Gómez”, aunque llegue con 20 años de retraso.

Publicado en Universo Gaditano el 14 de enero de 2014. 

Naftalina.



Hace un par de días escuchábamos al portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento, Fran González, solicitar, una vez más, una ‘Mesa por el Empleo’ especial para Cádiz. Poco después, afirmaba con gran rotundidad y un rictus que le hacían parecer incluso sincero que “Frente a viejas políticas, lo que hace falta en Cádiz son otras nuevas que acaben con la decadencia, la demagogia y el olor a naftalina reinantes en el equipo de Gobierno”; y seguidamente, haciendo gala de idéntica solemnidad, exigía “Que la alcaldesa rompa así con su habitual seguidísimo hacia políticas de su partido contrarias a los intereses de la ciudad”.
Decepcionan y asombran un poco estas palabras y acusaciones por parte del joven Secretario General del PSOE en Cádiz. Quizás, debido a su lozanía vital y política, los rigores del invierno hayan atrofiado temporalmente sus capacidades olfativas, y por ello sólo detecta el olor a naftalina en la plaza de San Juan de Dios, quedando fuera del alcance de su pituitaria la delegación de Gobierno de la Junta en Cádiz y por ende, el propio gobierno <utonómico.
Otra posibilidad es que el intenso olor del producto que nuestras abuelas utilizaban para guardar la ropa ‘a salvo’ de las polillas, sea tan intenso en la plaza de San Antonio y la calle Ancha, que la brisa procedente  de la reciente apertura de los hermosos ventanales, resultantes de la gravosa remodelación de la sede socialista, no haya podido todavía eliminar ese desagradable tufo de los sillones de la misma, ocupados hasta hace bien poco por ‘Chiqui’ y su camarilla.
Esta hipótesis, aunque posible,  parece menos creíble, ya que Pérez Peralta, González Cabaña y compañía, siempre tomaron medidas para no quedar impregnados de tan irritante olor. Como buenos políticos, cercanos a la sociedad más humilde y sus costumbres, sabían que el aire fresco era la mejor manera para eliminar el olor a naftalina. Probablemente, por ello, aplicaron siempre a rajatabla la norma de ventilar todo lo posible en ferias, verbenas y actos similares.  
El olor a naftalina se ha convertido en una de las frases favoritas en el limitado vocabulario de nuestra clase política, quienes recurren habitualmente a ella cuando quieren acusar a sus oponentes de acomodados, anticuados o inmovilistas.
Es por eso que resulta un tanto preocupante que PP y PSOE se enzarcen en polémicas y discusiones estériles por si es necesario o no proponer ‘Mesas de empleo’, ‘Grupos de trabajo’, ‘Comisiones de estudio’ o como quieran llamarlas, porque al fin y al cabo, no dejan de ser el mismo perro con otro collar.
La realidad es que tanto en Cádiz capital como en el resto de la Bahía estamos  acostumbrados a escuchar este tipo de iniciativas y a ver como siempre quedan en agua de borrajas. Que se lo pregunten a los trabajadores de Delphi, o a los que esperaban como agua de mayo que el ‘Proyecto de las Aletas’ ayudase a paliar, al menos en parte, la crítica situación del mercado laboral que padece este viejo y olvidado rincón. También pueden consultar a los empleados de los diferentes astilleros que contemplan como día a día languidecen sus esperanzas, o al pequeño comerciante que se ve obligado a echar el cierre ante la eterna promesa de una ayuda que no llega.  
Lo cierto es que ningún Gobierno Central (del color que fuera), ha conseguido evitar la caída sin frenos del sector industrial y económico de la Bahía. Y lo que es peor, que a la Junta de Andalucía (que es quien cuenta con la mayoría de las competencias y medios para revitalizar la zona), sólo le ha importado esta lamentable situación y ha reivindicado ayudas e inversiones durante los gobiernos populares de Aznar y Rajoy, mientras calló cobardemente en las etapas de González y Zapatero.
 Y quien quiera un ejemplo, ahí tienen la otrora famosa ‘Deuda Histórica’ con Andalucía. Después de exigir a gritos el pago inmediato de cantidades cifradas hasta en 4.000 millones de euros durante los ocho años de gobierno de Aznar, bastaron unos pocos meses para aceptar un cobro diferido y no líquido de 784 millones, que se conmutarían por solares o propiedades por un valor equivalente. Lo que es decir: ni un duro.
Señor González (Fran), es usted dirigente de un partido que ha gobernado España durante 22 años y que es el único que, desde 1982 (año de su fundación), ha presidido la Junta de Andalucía; 32 años consecutivos. Al final, no me queda otra que darle la razón: existe un profundo olor a naftalina en nuestras instituciones de gobierno y en nuestras fuerzas políticas.
Pero, ni la naftalina, es capaz de evitar el deterioro de las prendas cuando se abandonan en un cajón durante más de 30 años sin que nadie se preocupe por ellas.

La Feria del Libro en San Juan de Dios.

Aunque pueda parecernos sorprendente, sobre todo a los más jóvenes, la Feria del Libro se celebraba hasta hace unas décadas, en la Plaza de San Juan de Dios, justo delante del edificio Fénix. En la foto, se puede contemplar la clausura de la III Feria del Libro de Cádiz.


Celebración del primer ascenso del Cádiz C.F. a Primera División.

Celebración por todo lo alto de la plantilla y el resto de componentes del Cádiz C.F. en un local de la Calle de la Rosa. La foto, como no,  realizada por el inolvidable 'Juman'.



sábado, 10 de mayo de 2014

Aquellos años del Cádiz C.F.







Plantilla que logró el primer ascenso del Cádiz a la máxima categoría en la temporada 76/77
A ver cuanto tardamos en ver otra foto así; me parece que no va a ser poco.

domingo, 4 de mayo de 2014

El eterno problema de la vivienda en la provincia de Cádiz.

Por si acaso alguno se piensa que el problema de la escasez de viviendas dignas comenzó hace cuatro o cinco años, aquí les dejo esta foto de la primera visita de los Reyes a Cádiz, en 1976.
El escenario: la plaza de San Juan de Dios.


jueves, 1 de mayo de 2014

Google visita Cádiz para actualizar su Street View en Maps.



A lo largo del día que acaba de terminar, se ha podido ver al coche de Google Maps por Cádiz. Es de suponer que para actualizar las imágenes que muestra en su apartado Street View, dentro de Google Maps.

Un par de vecinas me comentaron por la mañana que habían visto "un coche de colorines con una especie de champiñón encima".

El coche, de cerca, es chulísimo, parece un invento del doctor Bacterio para Mortadelo y Filemón.

martes, 29 de abril de 2014

Calle Granja de San Ildefonso.



 
La calle Granja San Ildefonso comienza en la avenida Fernández Ladreda, y termina en Tolosa Latour. Recibió este nombre por acuerdo de la comisión de nomenclator el 19 de febrero de 1939.
Con anterioridad, esta calle formaba parte de la Huerta de la Picardía, que era propiedad de una fundación particular benéfica y docente que estaba en Logroño, cuya Junta Provincial de Beneficencia ejercía el patronato sobre la misma.
En 1923, el Ayuntamiento ordenó cerrar todos los predios con muretes, para evitar que se viera el mal aspecto que estos presentaban. Al pasar el tiempo y no cumplirse la orden en la Huerta de la Picardía, el Consistorio notificó por escrito la obligación a los propietarios, recibiéndose en 1932 una respuesta de la Dirección General de Primera Enseñanza, comunicando que no autorizaría las obras por su alto coste, y que había cursado la pertinente orden a Logroño para que se subastaran los terrenos. Al no conseguirse su venta, el Ayuntamiento, que presidía Juan de Dios Molina, adquirió la propiedad por 154.524,15 pesetas, y tras efectuar las obras, rotuló la calle tal y como está ahora.

sábado, 26 de abril de 2014

Don Bartolomé Llompart, "Una fiesta para el espíritu"

Artículo dedicado a Don Bartolomé Llompart el domingo 20 de noviembre de 1983.

Bartolomé Llompart fue, es y será,  un grande del periodismo gaditano y presidente de la APC durante ocho años; entidad que tras su fallecimiento, no tardó en rendirle los homenajes merecidos, culminando con la publicación del libro 'De ayer a hoy', que contiene una selección de sus artículos y que está prologado por el autor del artículo que acompaña este texto, quien siempre admiró y ensalzó la figura de Don Bartolomé en el aspecto profesional y sobre todo, en el humano, que es aun más importante.


Cualquier gaditano que tenga un mínimo interés por la cultura y la prensa en Cádiz, debería leer este libro, en el que cada artículo respira ironía, mordacidad y un ingenio que difícilmente volveremos a ver.

Evaristo Cantero, decía en el último ejemplar publicado de 'La Hoja del Lunes', en una editorial de despedida, que los artículos y comentarios de Don Bartolomé eran "Una fiesta para el espíritu".

Una frase que lo define en pocas palabras.  


jueves, 17 de abril de 2014

Calle Buenos Aires.


 La calle Buenos Aires se encuentra entre San Antonio y la Alameda. Su nombre data de 1911, cuando se rotuló con motivo de la visita a la ciudad del por entonces intendente de la capital argentina, Adolfo G. Burlich, quien llegó a bordo de la fragata Presidente Sarmiento, encabezando una legación diplomática para entregar a la reina regente un regalo de su país, consistente en un jarrón, obra de Benlliure.
 Con anterioridad se llamó calle de Juan Pontejo, en honor a un habitante de la calle. En 1640 recibía el nombre de La Cruz del Calvario, debido a que en alguna de sus esquinas estaba situada alguna cruz del vía crucis que se efectuaba por la calle actualmente conocida como Calderón de la Barca, entonces calle del Calvario.
 Posteriormente se llamó La Torre de San Antonio, y en 1698 pasó a denominarse calle del Capitán Francisco López Linares, para después quedarse en Linares tan sólo. En 1855, después de una gran reforma, se le puso Maldonado, por un comunero castellano, pero pronto volvió a su anterior rotulación.
 Como datos curiosos, cabe reseñar que en una casa de esta calle, en la esquina con Adolfo de Castro, se refugiaron el 10 de marzo de 1820 varios parlamentarios liberales, que fueron sacados a la fuerza al día siguiente, para ser llevados al Castillo de San Sebastián. También murió en esta calle el pinto Juan Rodríguez, Panadero.



La foto la he encontrado en  http://elpaisquenuncaseacaba.blogspot.com.es, una página con mucha información sobre la ciudad de Cádiz.

domingo, 16 de marzo de 2014

Los 30 alcaldes de Cádiz durante el siglo XX



 Las 30 personas que ocuparon la alcaldía durante el siglo XX. Desde Miguel Aguirre, en 1899 hasta la actual alcaldesa, Teófila Martínez.


100 años de alcaldes de Cádiz.

sábado, 15 de marzo de 2014

Fermín Salvochea y Álvarez.



Fermín Salvochea y Álvarez. Sin duda, uno de los gaditanos (quizás el que más), que mayor admiración y respeto despierta en la ciudad, independientemente de su ideología. Una de las pocas cosas en las que coinciden los partidos políticos.



Calle Ciudad de Santander

La calle Ciudad de Santander abarca desde la Avenida de Andalucía hasta Tolosa Latour, aunque en un principio llegaba hasta Fernández Ladreda. Su nombre data de 1951, año en el que el Ayuntamiento acordó llamar Santander a la vía, aunque finalmente se le puso  Ciudad de Santander para no dar lugar a confusiones con la calle Juan Santander, que estaba situada al lado de la antigua plaza de toros.
Juan Antonio Santander era gaditano, y fue concejal y teniente de alcalde con el advenimiento de la república en 1931. Pertenecía al Partido Socialista y fue diputado en Las Cortes, puesto que ocupaba cuando murió en 1932.
El primitivo trazado correspondía a dos calles. Una se llamaba Recreo (abarcaba desde la Avenida hasta Tolosa Latour, en cuya esquina estaba la Venta de Eritaña, junto al antiguo velódromo de Cádiz)
La otra calle que formaba Ciudad de Santander es la que en la actualidad se llama Condesa Villafuente Bermeja. En 1932 recibió el nombre de Figueras, en recuerdo del presidente de la Primera República Estanislao Figueras, pero popularmente era conocida como Callejón del carpintero.

Voladura del antiguo Hospital de Zamacola.




En estas dos fotos, inéditas, podemos ver la voladura del antiguo hospital de Zamacola, el 10 de octubre de 1974. La empresa COVASA fue la encargada de la delicada tarea, ya que por su ubicación (de cara a la Avenida y con otros edificios cercanos), existían ciertos riesgos.
Al parecer, fueron cientos los gaditanos que se congregaron en la zona para presenciar el 'espectáculo'. El inolvidable Juman, captó con su cámara estos dos momentos que son ya parte de la historia de nuestra ciudad.



La calle Botica






La calle Botica, una de las más conocidas y largas del barrio de Santa María, abarca desde Santo Domingo hasta Concepción Arenal. A mediados del siglo XVII se llamaba calle de la Botica de Santo Domingo, ya que si bien el convento no existía todavía, existía un hospicio de la misma comunidad.
 En 1855 fue reformada y cambió su nombre al de Micio, en honor a un tributo romano enterrado en Cádiz. Este nombre fue efímero y pronto volvió a llamarse Botica, pero ya sin el de Santo Domingo detrás.
 En 1911 volvió a cambiar de denominación, y recibió el nombre de José Marenco Gualter, general de la Armada y diputado a Cortes por esta circunscripción, a la vez que jefe del Partido Republicano en Cádiz.  En los años 40 se renombró nuevamente a Botica, parece que de manera definitiva.

viernes, 3 de enero de 2014

Calle Tolosa Latour



Una de las curiosidades  sobre la calle Tolosa Latour, reside en que antiguamente era conocida con el nombre de Buenavista, porque al ser una de las zonas más altas de Cádiz, las familias se reunían en ella los fines de semana para contemplar la ciudad desde allí, de camino que comían en un restaurante del mismo nombre, que estaba situado en la confluencia entre 24 de julio y la propia Tolosa Latour.
En estos días, y de manera inesperada, he recibido una foto que muestra justo la esquina en la que confluyen estas dos vías. No puedo concretar el año en el que fue tomada, pero se hizo en una fecha anterior a 1919.
Como anécdota, mencionar que en la actualidad, cuando alguien pide un taxi a la calle 24 de julio, el vehículo se para justo en el mismo punto en el que está detenida la calesa que aparece en la foto.
Así eran Tolosa Latour y 24 de julio en el siglo XIX: