El alumbrado público, apagado de noche, encendido de día.
Esperpéntica situación en la calle 24 de julio.
La calle 24 de julio con alumbrado encendido. |
Siempre me había parecido una calle peculiar, un callejón recóndito en el que se combinan el más absoluto de los silencios con las estridentes y agudas voces de los pequeños que acuden al Colegio Argantonio, vecino también de este rinconcito.
Aquí estamos 'curaos de espanto' porque a estas alturas pocas cosas pueden resultarnos extrañas; pero durante dos días de la última semana de noviembre, pudimos comprobar los vecino que siempre puede presentarse una situación grotesca, sin aviso ni invitación alguna.
El alumbrado del callejón y la calle adyacente permanecieron apagados durante toda la noche, pero al despuntar el alba, se iluminaron y así permanecieron hasta que empezaba a oscurecer, momento en el que volvían a apagarse. Y así durante dos días.
Rocambolesco.
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